Los hospitales son un foco constante de posibles infecciones, ahora más con el coronavirus que está causando estragos entre la población, pero también por muchas otras patologías que se originan en superficies sucias, húmedas o secas y los detritus orgánicos favoreciendo su proliferación.
De esta forma se constituyen en posibles reservorios y fuentes de infección. Las cortinas hospitalarias antisépticas son el equipamiento que últimamente está siendo centro de atención para separar y aislar en la medida de lo posible a los pacientes en urgencias y boxes de muchos hospitales.
En un hospital existen patógenos clásicamente asociados con cada modo de transmisión y reservorio ambiental, pero también microorganismos multirresistentes que anidan en lugares estáticos, como por ejemplo las cortinas hospitalarias. Recientemente se han asociado muchas infecciones con este tipo de equipamiento, especialmente por su constante uso y contacto con las manos.
Hay que extremar las precauciones sabiendo que existen virus respiratorios logrando sobrevivir en las superficies del ambiente en tiempos considerables. A modo de ejemplo, el virus sincicial respiratorio sobrevive en superficies lisas 7 horas y en superficies porosas 1 hora; y los rinovirus 3 horas y 1 hora, respectivamente.
En el uso de cortinas hospitalarias es recomendable la utilización de tejidos antibacterianos que hayan pasado las pruebas de laboratorio, no siendo convenientes las de baño con superficie plástica por ser proclives a ser un foco de hongos. Para los baños es siempre más recomendable el uso de mamparas por su fácil limpieza.
La higiene es pues un punto clave en la prevención de algunos patógenos clásicos ambientales y para ello se exige el uso de elementos tales como: detergentes, agua, baldes, trapos de piso, trapos rejilla, secuestradores de polvo, secador, para lograr el objetivo propuesto. Para las cortinas hospitalarias antisépticas el lavado es factible sin que pierdan propiedades antibacterianas, de ahí que sean las más solicitadas en las actuales circunstancias de pandemia mundial.
Los textiles antimicrobiales son productos cuya unidad fundamental son fibras y se les ha incorporado un agente antimicrobiano, bien sea directamente en las fibras que lo componen o en su superficie como un acabado, de modo que, en el textil el agente biocida pueda destruir o inhibir el crecimiento de bacterias y otros microorganismos.
En el mercado también existen las llamadas cortinas desechables para hospitales, pero tienen una duración temporal y además no están fabricadas con fibras entrelazadas, es decir, con urdimbre y trama, por lo que su eficacia antibacteriana es limitada. Este tipo de cortinas hospitalarias solo se usan en momentos puntuales y por circunstancias excepcionales.
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