Es importante destacar que desde las instituciones mexicanas, haciéndose eco de las necesidades básicas de la población en Tuxtla (Chiapas) y con el objeto de hacer más universal los servicios sanitarios en todo el territorio mexicano, han instrumentado determinadas políticas de desarrollo orientadas a la mejora de la salud de sus habitantes, pues es la calidad en los servicios sanitarios desde donde se desarrolla el ser humano como pilar fundamental para avanzar en las demás áreas de la vida cotidiana. Por ello se están implementando programas de concienciación ciudadana para hacer que la población tengan hábitos saludables como medida de prevención ante enfermedades crónicas derivadas de la obesidad, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol o las drogas, etc… Además de promover una vida saludable se está incidiendo sobre los riesgos sanitarios, es decir, aquellos que están derivados de factores biológicos, físicos o químicos presentes en el ambiente o por el consumo de determinados productos y servicios.
Al igual que la respuesta tangible de los recursos materiales que poco a poco se van integrando de manera democrática y transversal por parte de las autoridades mexicanas, (mejoras en infraestructuras y equipamiento en hospitales: cortinas antibacterianas, colchones ignífugos, nuevos sistemas de seguridad y detección precoz para evitar enfermedades nosocomiales, etc…), están las políticas que promueven el desarrollo de los ciudadanos en las regiones más desfavorecidas, como son los entornos rurales. En este sentido el Dr. Trevor Hancock fundador de los movimientos saludables en el mundo, consultor y asesor de la OMS (Organización Mundial de la Salud), profesor de la Universidad Victoria en (Canadá) en Salud Pública y Política Social, hace una importante referencia al potencial humano, identificándolo como un concepto más amplio que lo vinculado a la salud. Podemos complementar que paralelamente a la salud están otras potencialidades que abarcan:
– Desarrollo de motivaciones
– Inteligencia humana
– Desarrollo social y emocional
– Ética y Moralidad
– Sentido de la responsabilidad cívica
– Desarrollo creativo e innovación
Desde estas premisas y recordando la declaración que hizo en 1986 Las Naciones Unidas, en donde dice; «la persona humana es el foco central del desarrollo», es una prioridad potenciar a nivel individual el desarrollo de la persona para sumar todos juntos y formar el capital humano que conforma una ciudad y en términos generales una sociedad. Como valor tangible que es la salud, uno de los bienes más preciados en toda persona, también tenemos que contar con una educación adecuada que sumen en las personas el conjunto de valores necesarios para un mejor desarrollo social.
Al igual que la salud es un valor tangible básico para una población, la OMS otorga desde hace tiempo a comunidades y poblaciones el título de «comunidad saludable», como aquellas que dedican esfuerzos constantes a mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, entendiendo para ello que han de promover una vida social armoniosa, mejorar la convivencia, desarrollar la solidaridad y democratizar los servicios públicos sanitarios. Si poco a poco se van institucionalizando determinadas áreas de la vida, ¿por qué no se toman medidas para la educación en las personas mayores que tienen déficit educacional?. No solo de pan vive el hombre y por ello en el desarrollo del individuo han de sumar otros valores además de tener la percepción de poder gozar de una buena salud.
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