Los grandes avances en medicina, sí como los continuos cambios progresivos, estructurales y a veces disruptivos en la configuración de espacios hospitalarios, así como en la organización y distribución funcional de los hospitales en anteriores décadas, ha sido gracias a las nuevas innovaciones tecnológicas.
Una de las consecuencias de lograr una mejora en cuanto a dispositivos médicos es la de poder atender más pacientes en menos tiempo, por ello también se necesitaba una reestructuración de los espacios. De ahí nacieron los estructurados de cortinas para hospitales, que no solo servían como separación hospitalaria o para dar intimidad, al mismo tiempo se ha visto como en determinadas circunstancias han servido para dividir rápidamente espacios diáfanos de sin la necesidad de tabiquerías, que luego a la postre cuestan más de eliminar.
Con estos nuevos avances, los hospitales se han convertido en espacios sanitarios globales que aglutinan en un mismo lugar todas las disciplinas, con más eficacia y optimización de los espacios. Una gestión racionalizada de los espacios del Hospital, ha llevado a la utilización de muchos de ellos con la consideración de polivalentes, lo que ha llevado a la agrupación de los mismos en grandes complejos hospitalarios.
El desarrollo de las tecnologías médicas ha modificado sustancialmente la función y relación entre los diferentes servicios del Hospital, generando relaciones intensas entre especialidades, que antes no existían entre las distintas unidades clínicas y variando el peso específico que cada una de ellas tenía en la red de relaciones anteriores.
La horizontalidad de los hospitales será una tendencia en los próximos tiempos, que permitirá la creación de procesos de atención primaria especializados. Este tipo de asistencia se resolverá prácticamente en el día, generándose circuitos funcionales intercomunicados entre sí para un mejor diagnóstico entre especialistas, por eso herramientas tan sencillas pero tecnológicamente tan eficientes como las cortinas de hospitales han mejorado en muchos casos la puesta en marcha de espacios improvisados ante circunstancias excepcionales de repuntes de casos.
Hoy día podemos ver cómo en muchos hospitales en sus grandes salas de esperas o salas comunes hay un entramado de rieles en sus techos. Estos rieles se montan en diferentes ángulos para formar distintos boxes y compartimentos para ser usados en caso de necesitar espacios adicionales, delimitándose con cortinas hospitalarias totalmente antisépticas e ignífugas.
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