En todos los hospitales existen una planta o área para tratar las infecciones bacteriológicas o por virus, en concreto podemos referirnos a las más contagiosas, como son la tuberculosis o la gripe en sus niveles más extremos o graves. Para los pacientes que están en su fase inicial de este tipo de enfermedades se les hospitalizan en una habitación de aislamiento. Estas habitaciones han de contar con una esclusa que separe la puerta de acceso principal a la siguiente puerta de acceso a la propia habitación, creando un pequeño pasillo donde constantemente se extraiga el aire sin que éste salga al pasillo central de la planta o unidad. Esto se hace para prevenir el que las bacterias del paciente se propaguen por el aire y contagien al resto de pacientes o personal. De hecho durante el aislamiento se toman otras medidas de seguridad como la utilización de mascarillas para todo aquel personal o familiar que entre en la habitación del enfermo. Otra medida importantísima es la de la higiene de las manos y la utilización de guantes de látex para evitar el contacto con alguna zona que pudiese contener dichas bacterias. Al mismo tiempo la habitación será higienizada diariamente por el personal de limpieza de forma que quede totalmente desinfectada. Es importante que las cortinas de estas habitaciones tengan características antibacterianas para lograr unas condiciones sanitarias acordes a la situación del enfermo. Por otra parte y para evitar el contacto con los pomos de las puertas, solemos ver como se instalan sistemas de apertura de puertas automáticas que sellan herméticamente la habitación.

Como hemos comentado anteriormente la habitación debe ser estanca para evitar fugas y la contaminación cruzada con los demás ambientes, para ello se deberá sellar todas las uniones entre los cerramientos verticales y horizontales, y las uniones de las aberturas con los paramentos. Es recomendable en estos casos que las ventanas no sean del tipo abatibles o de serlo solo podrán ser abiertas con manetas extraíbles y únicamente por personal autorizado.

Pero además, una de las características principales de este tipo de habitaciones es que actúen como salas de presión negativa (infectocontagiosos), es decir, que el sentido del flujo de aire sea hacia el interior de la sala, logrando la depresión de la misma para evitar que la infección se desplace y produzca un contagio por vía aérea. En este tipo de habitaciones la renovación del aire es fundamental, contándose de que se hagan periódicamente 12 renovaciones de aire por hora y debe contar con extracción del 100% del aire inyectado, teniendo en cuenta la colocación de un filtro HEPA en la etapa final de dicha extracción. Esto permite el control de la propagación de la infección al medio ambiente y entorno más inmediato.

Los filtros de partículas HEPA, que no son otra cosa que purificadores de aire compactos deben estar situados en los registros de ventilación. Para que este tipo de aparatos actúen con eficacia han de pasar unos controles muy exhaustivos y demostrar que  capturan al menos el 99,97% de las partículas que tengan un diámetro de 3 micras. El funcionamiento de este tipo de filtros es sencillo, cuentan con 3 tipos de cribado, colocando una primera barrera para las partículas más gruesas, una segunda y hasta una tercera para las más pequeñas que son las que no se pueden ver a simple vista.

La conclusión final que podemos hacer con respecto a este tipo de habitaciones, es que han de contar con un equipamiento especial, sobre todo en lo referente a la contención de partículas, utilizando para ello extractores con filtros antibacterias, cortinas sanitarias, puertas automáticas estancas, ventanas con apertura restringida y por su puesto una escrupulosa higiene, que junto con la ropa especial desechable como batas y mascarillas para personal médico y familiares hagan de este tipo de habitaciones un lugar seguro.

Y para terminar con nuestra exposición, les recordamos que desde nuestras instalaciones fabricamos cortinas sanitarias especiales para unidades de infecciosos con propiedades antibacterianas, recomendadas por su alta capacidad para neutralizar todo tipo de bacterias, partículas y ácaros.