Querétaro ha visto cómo a consecuencia de los altos índices de contagios por la Covid, ha tenido que modificar sus instalaciones hospitalarias en tiempo record para así poder atender de manera adecuada a los pacientes que han ido contagiándose con el nuevo virus.

Entre estas modificaciones se encuentran la habilitación de grandes salas con camas hospitalarias que están divididas por cortinas antibacterianas, protegiendo así la salud de los pacientes que están en fases de tratamiento y recuperación por el Covid y de otras posibles infecciones nosocomiales que pudieran producirse.

Este tipo de cortinas se instalan suspendidas de un sistema de rieles similar al empleado en las cortinas Curtatex. Este tipo de sistemas es hermano gemelo del innovador Teltronift, un riel que combina los accesorios adecuados para realizar todo tipo de estructuras sobre el techo.

En este sentido, el poder combinar distintas estructuras, tanto rígidas como flexibles consigue ofrecer la versatilidad necesaria en salas diáfanas, separándose mediante cortinas ignífugas.

Hospitales de Querétaro y otros centros sanitarios de otros países han podido readaptarse ante una pandemia que ha puesto a prueba la organización de las urgencias y la seguridad higiénica.

Para dar respuesta a las altas exigencias de los hospitales en un año tan complicado, el mercado ofrece textiles sanitarios inteligentes, como por ejemplo Curtatex, utilizado para evitar contagios nosocomiales, teniendo en cuenta y sin olvidar otra seria de medidas paralelas que siempre hay que tener en cuenta:

Limitar la transmisión de microorganismos entre los pacientes que reciben atención directa por medio de prácticas apropiadas de lavado de las manos, uso de guantes y asepsia, estrategias de aislamiento, esterilización, desinfección y lavado de la ropa.

Utilizar textiles sanitarios antibacterianos, como por ejemplo las cortinas de separación entre pacientes.

Controlar los riesgos ambientales de infección aislando las corrientes que provienen del exterior.

Proteger a los pacientes con el uso apropiado de antimicrobianos profilácticos, nutrición y vacunación.

Limitar el riesgo de infecciones endógenas con reducción al mínimo de los procedimientos invasivos y fomento del uso óptimo de antimicrobianos.

Vigilar las infecciones e identificar y controlar brotes.

Prevenir la infección de los miembros del personal.

Mejorar las prácticas de atención de pacientes seguidas por el personal y continuar la educación de este último.