Cuando se habla de calidad en los hospitales de Chile tenemos que pensar que para llegar al nivel actual que han alcanzado, han tenido que transcurrir periodos en donde para detectar fallos en la producción de servicios y en la utilización de determinados productos, se han seguido rigurosos controles estadísticos de calidad. Ello supone tener una estructura bien organizada en cuanto a la gestión administrativa, pero además de tener un personal sanitario implicado. Las mejoras en cuanto a prevención de infecciones nosocomiales en Chile han mejorado mucho, sobre todo porque se han tomado medidas específicas como por ejemplo en la adquisición de cortinas para hospitales de mayor calidad. Un ejemplo de ello lo tenemos en un sistema interno de calidad en el que la dirección de cada centro sanitario se implica y motiva para buscar mejoras sustanciales en un espacio sensible como son las hospitalizaciones.

Cortinas antibacterianas con malla, ignífugas, lavables, la solución en tejidos sanitarios que reducen claramente la proliferación de microorganismos y bacterias en espacios sensibles como son las urgencias en hospitales además de las habitaciones de los pacientes.

Chile presenta uno de los mejores niveles de salud de América Latina, por ello cuenta con algunos de los mejores hospitales de latinoamerica equipados con los mejores servicios y apoyado con el mejor instrumental, entre los que se encuentran; (HOSPITAL CLÍNICO REGIONAL DR. GUILLERMO GRANT BENAVENTE, COMPLEJO HOSPITALARIO DR. SOTERO DEL RÍO, HOSPITAL DR. HERNÁN HENRÍQUEZ ARAVENA, HOSPITAL DEL SALVADOR, HOSPITAL BARROS LUCO TRUDEAU, HOSPITAL BARROS LUCO TRUDEAU, COMPLEJO HOSPITALARIO SAN JOSÉ, HOSPITAL CLÍNICO SAN BORJA-ARRIARÁN, HOSPITAL SAN JUAN DE DIOS, HOSPITAL CARLOS VAN BUREN, HOSPITAL CLÍNICO REGIONAL) entre otros muchos.

En Chile existe varios tipos de clasificación según el tamaño y el tipo de organización de cada hospital, por ello podemos encontrarnos con hospitales autogestionados en red: Son aquellos que tienen mayor complejidad técnica, ya que incluyen el desarrollo de especialidades y una organización administrativa. Su función asistencial es determinada por el Director de Servicios de acuerdo a los requerimientos y prioridades sanitarias de la Red Asistencial. Puede definir su estructura interna de funcionamiento organizacional.

Los hospitales de menor complejidad: Dependen del Servicio de Salud al que pertenecen y su rol está determinado por la Red correspondiente. Incluye a los establecimientos de atención primaria.

En un nivel más específico se determina el grado de complejidad. La clasificación se hace de acuerdo a la capacidad resolutiva, su función dentro de la red, los servicios de apoyo que ofrece y la especialización de los profesionales. De acuerdo a esto, los niveles posibles son:

Hospital de alta complejidad: Dan cobertura a toda la población del Servicio de Salud para prestaciones de alta complejidad, según la cartera de servicios definidas por el gestor de red. Pueden ser autogestionados y ofrecer varias especialidades según su función.

Hospital de mediana complejidad: Son centros de referencia que dan cobertura a la población que forma parte de su jurisdicción. Dependen administrativamente del Servicio de Salud al cual pertenecen.

Hospital de baja complejidad: Próximos a zonas rurales o en zonas extremas. Dan cobertura a toda la población de su jurisdicción en prestaciones de baja complejidad y dependen administrativamente del Servicio de Salud al cual pertenecen.

Con esta tipo de estructura organizativa el sistema sanitario chileno ha logrado en casi un 80% de sus hospitales públicos de alta complejidad la acreditación en calidad y seguridad del paciente. Estas mejoras se han notado de manera trasversal en todos los equipos de los hospitales y clínicas, ha empujado un cambio de cultura muy profundo, gracias al control de determinados aspectos en la higiene y la limpieza que han conseguido reducir notablemente el contagio de enfermedades entre pacientes. Algunas áreas sensibles donde se han conseguido atajar estos problemas son:

  • Las manos de los profesionales de salud en contacto con las superficies.
  • La ausencia de la utilización de técnicas básicas por los profesionales de la salud.
  • Mantenimiento de superficies húmedas o mojadas.
  • Mantenimiento de superficies polvorientas.
  • Condiciones precarias de revestimientos.
  • Mantenimiento de la materia orgánica.
  • Lavandería de la ropa de cama