Los módulos hospitalarios auxiliares han surgido hoy día como una opción válida, rápida y funcional que cuenta con la ventaja de ser montados en muy poco tiempo, añadiendo en su interior de forma flexible departamentos, camas y cortinas de hospitales especiales para la privacidad de los pacientes.

En este tipo de infraestructuras modulares la ventilación es uno de las claves más importantes, además de la estanqueidad atmosférica del exterior en casos graves como los pacientes en UCI. Por este motivo existen unos diseños y protocolos que permiten aislar y prevenir la contaminación por aerosoles conducida por corrientes de aire.

El propósito de la ventilación en un módulo auxiliar es proporcionar aire limpio sin que accedan microorganismos ni ningún tipo de suciedad que los transporte por vía aérea. En cada módulo habrá camas compartimentadas por cortinas de hospital confeccionadas con malla superior para ayudar a que el aire llegue adecuadamente a cada paciente.

También es habitual ver cortinas hospitalarias suspendidas por rieles a cierta distancia del techo, por lo que la ventilación está garantizada. Son cortinas sin malla y pueden encontrarse con tratamiento antibacteriano permanente o estar fabricadas para un uso temporal.

Pero lo primordial es que a la hora de ventilar una instalación hospitalaria, se puede realizar con tres métodos de ventilación utilizándose diferentes técnicas:

– Ventilación natural: el viento conduce el aire a través de las aberturas del edificio.

– Ventilación mecánica: el aire es impulsado por ventiladores, instalados en ventanas o paredes.

– Ventilación híbrida: se basa en la fuerza del viento para ventilar. Cuando el flujo de ventilación natural es demasiado bajo se utiliza la ventilación mecánica.

El aire de la habitación se puede extraer directamente al exterior, donde las gotas se diluirán. En caso de que no sea posible extraer al aire libre, se ha de instalar un filtro especial de partículas de alta eficacia (HEPA) para evitar la transmisión del virus.

Estos mecanismos de purificación del aire son fundamentales para garantizar una atmósfera limpia y saneada en el interior de estos módulos, pero al mismo tiempo también son esenciales las medidas de higiene y la utilización de materiales que la faciliten, como es el caso de superficies en acero inoxidable o con unan superficie muy deslizante, como por ejemplo zonas de frecuente manipulación como pomos de puertas, barandillas, aseos, además de aquellos recursos de protección como son las cortinas antibacterianas.