Los consultorios médicos privados son muy habituales, prestando un servicio adicional a los hospitales y clínicas. Se caracterizan por pequeñas consultas que son habilitadas y autorizadas por los colegios de médicos de cada especialidad a los facultativos que lo solicitan, generalmente en sus domicilios donde dejan alguna habitación para tal actividad.

Los consultorios médicos pueden diferir en tamaño y objetivos. Una característica que tienen en común es que no tienen servicios ambulatorios, a diferencia de los hospitales. Mientras que hay consultorios médicos generalistas, otros pueden tener carácter especializado con un box para ouscultación y curas.

Su estructura aunque sea pequeña está organizado en una entrada a modo de recepción, un despacho para la consulta y otra sala con una camilla, insumos y una cortina antibacterial divisoria para mantener la privacidad.

Estas consultas pueden hacer también exámenes clínicos y emitir su correspondiente certificado, como también encargarse de pruebas de laboratorio o derivar a los pacientes a diferentes especialidades con su debida prescripción. A diferencia de una clínica, los consultorios están a nombre de una persona física, que debe ser profesional médico, y no una persona jurídica.

Su higiene también es fundamental aun cuando sea tan pequeña su estructura física, tanto la aparatología que en ellas se usa como en determinadas superficies, las cualidades antibacteriales de muchos de estos recursos garantizan la seguridad sanitaria de estos centros para los pacientes que a ellos acuden.

En cortinas antibacteriales para consultorios, existen varios tipos o modelos que se adaptan a cada situación. Entre ellos están las cortinas que por según su tipo de instalación llevan una colocación fijada al techo. En el caso de tener techos muy altos, se recurre entonces a la colocación de varillas extensoras que son las que soportan las propias cortinas antibacteriales.