Las cortinas antibacterianas opacas no solo actúan como textil divisorio que cuelga de un riel para separar y dar privacidad a los pacientes en una habitación de hospital. Existen determinadas calidades en tejidos antibacterianos que cuentan con una hilatura especial en su interior que las hace opacas a la luz.
Muchas veces olvidamos que la disposición o diseño de las habitaciones de un hospital puede influir de manera muy significativa en el descanso del propio paciente. Si al entrar en la habitación la ventana que da al exterior está frente a los pies de las camas, entonces las cortinas antibacterianas opacas deberán estar pensadas para rodear cada cama de forma independiente.
El instalar cortinas de hospital con forma de «L» o «U» podrá facilitar un ambiente más oscuro a pacientes que no deseen tanta luz solar, respetando las preferencias de su propio descanso y las del paciente contiguo que prefiere más luz a determinadas horas del día.
La importancia de recibir luz solar en pacientes ingresados es importante, porque están recibiendo vitamina D, además tener una habitación de hospital luminosa contribuye a aliviar el estrés y el dolor de las personas que acaban de someterse a una intervención quirúrgica, según un estudio realizado en casi un centenar de pacientes.
Muchos hospitales aún no cumplen los modelos estándares de higiene y seguridad cuando se trata del manejo de cortinas de separación, pues cuentan aún con unas instalaciones muy obsoletas y desgastadas.
Este tipo de cortinas llevan intrínsecamente una serie de características:
Inhibe el crecimiento de bacterias.
Son lavables.
Facilita la circulación de aire en el ambiente por su malla superior.
Ofrecen de ventilación e iluminación, que generalmente se maneja mediante tramos de malla de la parte superior de la cortina.
No se decolora con el uso o el lavado. De alta duración: no se encoge ni se deforma.
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