Cuando un enfermo con alguna patología respiratoria ingresa en un hospital, todos los protocolos de prevención y diagnóstico se activan para preservar la salud del propio paciente y de las personas que los va a atender en los primeros momentos.

Mantener un aislamiento tipo Covid requiere de medidas especiales, mucha higiene y material Epi de protección desechable homologado, batas y mascarillas durante el periodo de internamiento o cortinas hospitalarias desechables cuando es dado de alta el paciente.

En patologías menos severas aunque sí graves como la tuberculosis, el aislamiento de una persona muy grave puede llegar a durar 14 días en estricta soledad, es decir, sin acompañantes, solo cuando pasa este periodo de cuarentena donde el contagio baja del umbral de transmisión es cuando puede ser pasado a una habitación compartida.

Aún compartiendo habitación, los pacientes deben mantener una serie de pautas, como mantener separada las camas con una cortina tipo aislamiento. Esta cortina hospitalaria ha de asegurar una separación física para evitar que los aerosoles exhalados puedan transmitirse de un paciente a otro.

Por otro lado mantiene la privacidad e impide el paso de la luz de manera parcial para crear un ambiente relajado donde poder descansar mejor, dejando entrever la luz necesaria a través de su parte superior donde se sitúa una malla.

Un aislamiento para una habitación tipo Covid en un hospital ha de tener presión negativa, con una renovación de aire entre 6-12 veces por hora y se eliminará al exterior con un filtro de alta eficacia y lejos de conductos de entrada.

Además toda persona que entre en la habitación ha de llevar mascarilla y bata desechable de un solo uso, además de un exhaustivo lavado de manos antes de colocárselo y después de quitárselos.

Las cortinas tipo hospitalarias Curtatex son las más recomendadas del mercado porque aseguran un ambiente libre de bacterias y virus, además de sus rieles, accesorios y tejidos que posibilitan una gran diversidad para formar espacios en muchos tamaños y al mismo tiempo en coloridos variados.

Las largas estancias en las unidades de recuperación en hospitales provocan en muchos casos alteraciones psicológicas asociadas que van desde síntomas aislados hasta trastornos complejos con un deterioro marcado de la funcionalidad, tales como insomnio, ansiedad, depresión y trastorno por estrés postraumático.

Para amortiguar la carga psicológica que supone una larga estancia en una cama de hospital, las cortinas de separación entre pacientes si llevan estampados y motivos relacionados con paisajes ayudan a reducir la ansiedad a espacios cerrados en pacientes que tienen que estar muchos días hospitalizados.