Las cortinas hospitalarias son un artículo indispensable en el día a día de un centro hospitalario, porque además de dar intimidad a los pacientes, ofrecen protección contra posibles contagios cruzados por la misma manipulación que hacen médicos, enfermeros o familiares. Ya en algunos medios de comunicación hemos visto años atrás cómo en muchas de estas cortinas se habían descubierto la inquietante proliferación de patógenos y otros microorganismos que comprometían la salud del paciente.

De ahí que se empezaran a utilizar en la confección de cortinas hospitalarias textiles más eficientes y duraderos, con una serie de características que los hacían únicos y que a día de hoy nos han llegado en la forma más conocida y popular, la de cortina hospitalaria antibacteriana e ignifuga con una mayor garantía. Sus cualidades más importantes son su resistencia a la abrasión, torsión, rotura, elasticidad, pero sin duda la inhibición que procesan en el interior de sus fibras sintéticas son la mejor prueba de garantía hospitalaria de estas cortinas.

Podríamos enumerar muchas cualidades, pero las más importantes sin duda muchas de ellas miden una serie de aspectos que han sido estandarizados según las normativas europeas de calidad ISO, destacando su durabilidad:

Rendimiento: abrasión o descamación

Estabilidad de dimensiones: torsión, contracción, elongación, elasticidad y recuperación

Pruebas climatológicas: resistencia al agua, resistencia al viento, pruebas térmicas

Resistencia térmica y al vapor de agua (ciclos de lavados)

Pruebas de combustión (para textiles 100 % algodón y sintéticos)

Rigidez y flexión

Resistencia de las costuras

Resistencia al desgarro y al corte

Espesor, compresión y recuperación (para revestimientos de suelo)

Propiedades de tensión

Propiedades antibacterianas

Sin duda son muchos los criterios por los cuales se deben regir las calidades de una cortina hospitalaria, ya que con el paso de los años la técnica ha podido resolver muchos de estas carencias y así poder dar mayor protección en áreas sensibles donde están los pacientes, tales como UCI, Urgencias, Unidades de Quemados, etc…

En cuando a la resistencia de las cortinas hospitalarias se tiene en cuenta el movimiento o manipulado constante al que se someten. En las pruebas de laboratorio se usa la prueba de pulido oscilante: El pulido por oscilación se refiere a la fricción entre las telas y los objetos externos cuando la tela se mueve, adecuada para telas decorativas, como cortinas, telas para sofás, etc. El estándar común es ASTMD 4157, sería el más cercano a la realidad pues la cortina es sujeta por la mano y corrida por quienes trabajan en un hospital, con la consecuencia que ello conlleva al ejercer a veces presiones y tirones.