Hoy día en los hospitales del mundo entero podemos ver que hay diferencias en cuanto al tipo de equipamiento. En algunos de estos hospitales podemos encontrar habitaciones que están dotadas con cortinas para mantener la privacidad de los pacientes y al mismo tiempo previenen de posibles contagios, gracias a la composición de sus tejidos antibacterianos.
Existen varios tipos de cortinas para hospitales, los más utilizados a día de hoy son las que están confeccionadas con tejidos antibacterias. Estas cortinas pueden encontrarse con una malla superior a modo de red para mantener un mínimo de la luminosidad de la habitación, sobre todo cuando la cortina está desplegada.
La diferencia entre las cortinas con malla y las que no lo tienen, es que para compensar un poco la falta de luz, se les instala a las que no tienen red unas varillas de suspensión, que van fijadas al techo. En cuanto a colores, el verde quirófano y el tono beigs son los más utilizados, aunque para las habitaciones infantiles existen cortinas con patrones que ofrecen un ambiente más hogareño.
Existe lo que se llama el sistema de barra retráctil extensible donde cuelga la cortina. Este sistema se fija a media altura entre el techo y la propia cama. Cuando la cortina se quiere plegar, queda perfectamente recogida.
Otro sistema aunque menos popular, son las cortinas tipo biombo en forma recta o en acordeón, que mediante un sistema tubular con ruedas tienen la ventaja de poder moverse a cualquier parte, aunque este tipo de cortinas ocupan más espacio que las cortinas convencionales.
Bien sea con un sistema de fijación al techo mediante rieles, fijadas a la pared con un tubo telescópico o con la ayuda de un sistema de cortinas portátiles como los del tipo biombo, sus tejidos han de tener todos un componente ignífugo Clase 1 y antibacteriano.
Cómo distinguir un tejido ignífugo y antibacteriano:
Para saber si una cortina de hospital cumple con las normativas, han de contar con el certificado correspondiente emitido por un laboratorio homologado. En este laboratorio se realizan pruebas relativas a la resistencia al fuego conforme a las normas UNE 13773:2003 y su evaluación se rige según las normas ISO 1101:1996 que prueban los textiles verticales poniendo a prueba su inflamabilidad.
Para detectar algún posible nido de bacterias y microorganismos sobre la cortina, ésta se somete a una inspección visual por medio de un potente microscopio. Con este tipo de recursos se pueden detectar la totalidad de microorganismos sobre cualquier tipo de tejido, comprobar la presencia de hongos que proliferan sobre manchas. Además con los nuevos microscopios electrónicos se pueden verificar mediante recuento la calidad de las fibras de los textiles a examen, por lo que se asegura así la calidad de las cortinas.
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